jueves, 15 de agosto de 2013

¿ FUNCIONAN LOS TRATADOS DE LIBRE COMERCIO? - EL TLCAN

Luego de 20 años de puesta en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre México, Estados Unidos y Canadá, existen voces que señalan que los esperados beneficios de crecimiento de las exportaciones, empleo y el PBI tanto en México como en los Estados Unidos sería una realidad.
Una reciente investigación que se publica en la Revista Cepal 110 de Agosto del 2013, examina en qué medida el ingreso de China a la OMC en el año 2001 y el consiguiente aumento de las exportaciones mundiales afectaron a la composición del comercio entre los Estados Unidos y México.

Según el estudio " El huésped no invitado del TLCAN: China y la desintegración del comercio en América del Norte", el ingreso de China a la OMC tuvo una gran repercusión en las relaciones comerciales entre esos dos países norteamericanos.

Es así que China aventaja a México en el mercado estadounidense en el período 2001-2010, y al mismo tiempo China comenzaba a competir con los Estados Unidos en el mercado mexicano.

En el estudio se encontraron 53 sectores del mercado mexicano en que la participación estadounidense disminuye a medida que China avanza, lo que aparentemente permitiría a México incrementar su eficiencia y volverse más competitivo en los mercados estadounidenses. Si embargo, México también está perdiendo participación en esos 53 sectores del mercado de los Estados Unidos, que representan el 49% de sus exportaciones a dicho mercado.

En ese caso, habría que plantear claramente una evaluación del TLCAN para comprobar si se ha producido o está en marcha los esperados beneficios de volverse más competitivo y acceder preferencialmente a un gran mercado comprador.

miércoles, 14 de agosto de 2013

CRISIS DE CREDIBILIDAD - EVALUANDO AL PROGRAMA DE TDC PROGRESA-OPORTUNIDADES

Casi por cumplir quince años de creado, uno de los programas íconos sobre las Transferencias de Dinero Condicionadas (TDC), el Programa Progresa- Oportunidades de México, según la evaluación que hace el profesor Julio Boltvinik está en "crisis de credibilidad".

Y esto es consecuencia que habiendo transcurrido un tiempo largo de operación de este programa, y existiendo niños y jóvenes de ambos sexos que se han beneficiado de estos apoyos inicialmente, luego de terminar sus estudios, su inserción laboral y la mejora de sus ingresos no es tan evidente.

Hay que tomar en cuenta que el objetivo principal tanto de Progresa-Oportunidades y muchos otros programas TDC, es "romper la transmisión intergeneracional de la pobreza", lo que convierte a este tipo de programas estrictamente evaluables sólo cuando los escolares beneficiarios sean adultos y conformen sus propios hogares.

Según la investigación de Boltvinik en el "Análisis del fracaso de la reforma social neoliberal en México y del modelo social naciente en el DF y propuesta de creación de un estado de bienestar de nuevo tipo" publicado en Persistencias de la pobreza y esquemas de protección social en América Latina y el Caribe editado por CLACSO-CROP en Junio del 2013, no hay una clara evidencia que quienes se han beneficiado de las TDC logren mejores empleos y que sus familias salgan de la pobreza.

La investigación refuerza su hallazgos, al recordar que uno de los "arquitectos" de este tipo de programas, el Eco. Santiago Levy señalaba que este tipo de programas no incrementará directamente el crecimiento de un país ni erradicará la pobreza por sí mismo. Para erradicar la pobreza, deberá reforzarse por el éxito de otros componentes de la estrategia para la reducción de la pobreza, que para el caso mexicano, tales como aumentar sus oportunidades de percepción de ingresos a través de empleo temporal, créditos y programas de desarrollo rural así como la mejora en la infraestructura física en las regiones pobres a través de vivienda, construcción de caminos, electrificación y proyectos de manejo de agua entre otros.

martes, 13 de agosto de 2013

TRANSFERENCIAS DE DINERO CONDICIONADAS PARA CONSERVACION DE BOSQUES

Si algo sigue caraterizando a la Región respecto a temas sociales es su énfasis en concentrar recursos y esfuerzos para una de las innovaciones en politica social proveniente del discurso neoliberal: el otorgamiento de transferencias de dinero condicionadas para la superación de la pobreza.

Más de 18 países en el continente tienen o han tenido uno de estos programas, cuya principal característica es convertir a las personas pobres en actores principales para que superen su condición de vida pobre, otorgándoles dinero en forma mensual o bimensual siempre y cuando cumplan determinadas "obligaciones" (las llamadas "condicionalidades"), con la esperanza que a futuro y dependiendo de la formación y fortalecimiento de su "capital humano" romperán la transmisión intergeneracional de la pobreza.

Las evaluaciones a la fecha, de estos programas, en el cual el más antiguo bordea los 15 años, aún no permite arribar a la conclusión que las personas o familias que reciben las transferencias de dinero condicionadas han roto su cadena de vida con la pobreza.

Pero a pesar de ello, esta "receta" innovadora de la política social, está implementándose en otros sectores, tales como en el medio ambiente. Experiencias en Ecuador y Perú, por ejemplo, están desarrollando un esquema vinculado a la conservación de los bosques de las comunidades indígenas a través de la entrega de dinero en forma anual, condicionado a que la comunidad conserve sus bosques.

Es así que las comunidades propietarias de bosques son convencidas a desarrollar un plan de negocios (o de inversión) que les posibilite aprovechar sosteniblemente los productos y/o servicios de los bosques para que obtengan mayores ingresos que si se dedicaran a talar masivamente sus bosques, y al mismo tiempo son capacitadas para que manejar sus bosques y conservarlos.

Si cumplen estas "condiciones", la comunidad recibe una determinada cantidad de dinero del estado en función de las hectáreas de bosques puestas bajo conservación. Lo singular de este mecanismo, es que se está transplantando una filosofía y esquema de mercado hacia la política de conservación ambiental.

Es decir bajo este esquema, paulatinamente, los bosques de propiedad de las comunidades indígenas son puestos bajo control de un programa nacional para que sean conservados, pero no con la responsabilidad estatal sino de los propios comuneros, a los cuales se les va interiorizando la necesidad de ingresar al sistema de mercado para que logren mayores ingresos, conceptos muy lejanos de su cosmovisión vinculada a su hábitat.

Quizás es muy temprano la crítica hacia programas que están empleando las transferencias de dinero condicionadas para la conservación de sus bosques, pero es válido interrogarse si los mecanismos de mercado, y en especial los que apuntan a convertir a las personas en sus propios solucionadores de problemas que ellos mismos no los han generado, en vez que sea la sociedad en su conjunto dado el contrato social que existe de convivencia, son los más apropiados para resolver tales problemas.